lunes, 17 de septiembre de 2012

COMPASES Y CLAVES



COMPASES Y CLAVES


CEDART Frida Kahlo



DAFNE FERNÁNDEZ NARVÁEZ



DANIEL ESPINOSA



LENGUAJE MUSICAL


PROPÓSITOS

*  Comprender los compases en una partitura o pauta al momento de integrarse con otros elementos de la música

* Entender las barras de compases y en donde se integran

*Definir las claves de Sol, Fa y Do al momento de incorporarse en una partitura o pauta y localizarlas inmediatamente al ver escritos sus símbolos.

* Saber interpretar y reconocer los silencios de manera escrita y oral.

EL COMPÁS

Los compases son fracciones que se colocan al principio del pentagrama y que dividen el tiempo de la pieza musical en partes iguales. El compás nos da las pautas y marcas del tiempo que debemos usar al interpretar rítmicamente la pieza musical.
Podemos apreciar de forma práctica el compás, observando el movimiento de la mano de un director de orquesta. Este utiliza movimientos concretos para cada uno de los compases.
Los compases se clasifican según su división en tres grupos: Binarios, ternarios y cuaternarios, y se representan con una fracción, donde el número de arriba indica las partes en las que se divide el compás, y el número de abajo el valor de cada parte.
Unidades de igual duración comprendidos entre barras divisorias. Conforman, le dan forma a la obra.
El cifrado es la combinación numérica que define la duración interna de los compases. Ej:
43326 Las barras divisorias o de compás pueden ser de 3 tipos: 4 8 4 4 8 Simple Dobles : De repetición

TIPOS DE COMPASES
Los compases, según el número de partes de que constan, pueden ser:
  • BINARIOS: Constan de dos partes. Se marcan del siguiente modo:
  • TERNARIOS: Constan de tres partes. Se marcan del siguiente modo:
  • CUATERNARIOS: Constan de cuatro partes. Se marcan del siguiente modo:
Los compases son marcados con el brazo derecho.
No hay que confundir la DIVISIÓN del compás, con la SUBDIVISIÓN del compás.
Cuando las partes del compás pueden dividirse en mitades, los compases tienen una subdivisión binaria. En cambio, cuando los compases pueden dividirse en tercios, los compases poseen una división ternaria.
Subdividir un compás es marcar dos percusiones o mitades en cada parte en los compases de subdivisión binaria y tres percusiones o tercios en cada parte de los compases de subdivisión ternaria.
Esta técnica es mayoritariamente utilizada en movimientos lentos en los que la música está presente en pulsos muy distanciados en el tiempo, por lo que hace falta que el ritmo que lo guía sea más constante y notable.
Al mismo tiempo que se realiza esta división en los tiempos lentos, contamos con otra técnica muy utilizada en los tiempos rápidos, tales como lo pueden ser los Presto o los Allegro molto…
Esta técnica consiste en convertir los compases a un único tiempo, es decir, tenemos un compás de 2/4 que en vez de marcar las dos partes de que consta, marcamos únicamente un pulso por compás, quedándose reducido a 1. Los compases a un tiempo son medidos marcando solamente la primera parte de cada compás, integrando de una vez todas las partes de que consta la totalidad del compás.
ACENTUACIÓN:
Hay partes del compás que tienen más fuerza de acentuación que otras. Es por ello que se dividen en PARTES FUERTES y PARTES DÉBILES.
En los compases de DIVISIÓN binaria, la parte fuerte corresponde a la 1ª parte, mientras que la 2ª es débil.
En los compases de DIVISIÓN ternaria, la parte fuerte se encuentra en la 1ª parte, quedando las partes restantes (2ª y 3ª) en partes débiles, quedando ésta última más débil que la anterior (la 3ª más débil que la 2ª).
En los compases de DIVISIÓN cuaternaria, la parte fuerte está localizada en la 1ª y 3ª parte (ésta última un poco más suave que la 1ª), mientras que las partes 2ª y 4ª son las débiles.
EXPRESIÓN DEL COMPÁS:
Los compases se indican por medio de dos cifras, colocadas en forma de quebrado o fracción.
Estas cifras son colocadas al principio de la obra musical, a la derecha de la clave.
De estas dos cifras, el numerador indica el número de partes o de fracciones de que consta el compás, y el denominador determina la clase de figura que dura una parte o fracción, como vemos en la ilustración de arriba.
Arriba hay compases que no se encuentran y que, en cambio, existen.
El compás de 1/1, 2/1, 3/1, 4/1, etc…. indica que se encuentran X redondas en cada compás (y ésta es la figura de parte).
El compás de 1/16, 2/16, 3/16, 4/16…. indica que se encuentran X semicorcheas en cada compás (y ésta es la figura de parte).

BARRAS DE COMPÁS

Para que la lectura de la música sea ordenada, necesitamos dividir la grafía en una serie de porciones iguales. Estas porciones se llaman compases. Dividen al pentagama en partes iguales, y agrupan a una porción de notas musicales en el pentagrama.
La barra de compás o línea divisoria es un signo que se usa en notación musical representado como una línea vertical que atraviesa el pentagrama separando los compases. En las partituras las barras de compás sirven como método de organización que contribuye a una mejor orientación.
Son las líneas verticales trazadas a través del pentagrama para marcar los compases. Normalmente estas barras se extienden verticalmente entre las líneas extremas del pentagrama, es decir, entre la primera línea y la quinta. Sin embargo, en ocasiones puede alargarse atravesando varios pentagramas constituyendo una barra de sistema. Esto se da por ejemplo cuando los pentagramas unidos pertenecen a un mismo instrumento como el piano o un conjunto instrumental.


El compás está dividido, a su vez, en partes iguales que se denominan tiempos. Todas estas divisiones ayudan a la lectura de la música. Imagina un pentagrama sin compases; sería imposible leer la música.
La figura 4 nos muestra las compases:
Un pentagrama con compases y líneras divisorias.

Figura 4. Los compases y líneas divisorias nos
ayudan a leer música
Como se aprecia en la figura, existe una línea divisoria o barra de compás que separa un compás del siguiente. Esta barra de compás cruza perpendicularmente al pentagrama.
Además está la doble barra que, básicamente, nos indica que en el próximo compás se ha introducido un cambio significativo; como por ejemplo, un cambio en el tempo. Por último, también está la barra final que, como su propio nombre indica, señaliza el final de la lectura. Sería como el punto y final en una obra literaria.
Dos barras perpendiculares al pentagrama: doble barra, y un signo al final: la barra final.

Figura 5. La doble barra y la final nos asisten
en la lectura musical.
Podemos señalizar con la doble barra:
  • La separación en partes de una partitura.
  • Una modificación de la tonalidad, o una variación en el compás.
  • Algún cambio en la partitura que queramos resaltar a partir de la doble barra.


La barra de fin de música indica que se detendrá la reproducción de la música en cuanto se alcance este símbolo.
En la ventana de edición (doble clic en la barra de compás con la herramienta "lazo"), sólo puede elegir:
  • el compás asociado a esta ruptura
  • el texto que se visualiza por encima de la barra en la partitura
 La barra de fin de repetición  indica que los compases entre la barra de principio de repetición y este símbolo se repetirán varias veces. 


CLAVES

Pentagrama con una clave indicada por una flecha.
La clave es un símbolo usado en notación musical, cuya función es asociar las notas musicales con las líneas o espacios del pentagrama. Una clave asocia una nota en concreto con una línea del pentagrama, de manera que a las notas siguientes les corresponderán los espacios y líneas adyacentes.
Existen tres símbolos distintos para representar a las distintas claves, la clave de sol, la clave de fay la clave de do, que llevan el nombre de la nota que designan a una línea de los pentagramas. Es obligatoria su colocación al principio de cada pauta, pero puede cambiarse durante el transcurso de la obra en cualquier momento, si se requiere.
Estas tres claves designan sonidos distintos sobre el pentagrama: la clave de fa asocia a una línea del pentagrama el fa3, la clave de sol asocia el sol4, y la clave de do asocia el do4 (siendo éste, por convención, el do central del piano). De esta manera, se usa una u otra clave para determinar distintas tesituras. Si un instrumento tiene una tesitura fafafa cinco del pentagrama, se añaden líneas al pentagrama, pero mucho más cortas, para seguir el esquema de líneas y espacios en la partitura y que el instrumentista pueda reconocer la nota que se representa. Pero si se añaden muchas de estas líneas adicionales, se pierde la perspectiva y resulta muy complicado leerlo, y en otros casos, simplemente no hay espacio físico entre un pentagrama y el inferior o superior).

Clave de SOL                                                                     
El símbolo usado para representar esta clave se basa en un espiral parecido a una G, unida a una especie de S. La clave de sol en la notación musical moderna se coloca en la segunda línea del pentagrama empezando por la de abajo, y esa colocación se guía por el inicio de la espiral que la forma. Durante el Barroco se la conocía como clave italiana. También se la denominaba “clave de violín” (puesto que las partituras para este instrumento se escriben en esta clave) o “clave de G” (utilizando la notación musical anglosajona). En inglés se denomina treble clef (‘clave para agudos’) y a veces “clave francesa”.
Esta clave se encarga de situar al sol4 (sol3 en la notación franco-belga, y sol5 en la notación de Riemann) en la segunda línea, lo que quiere decir que el resto de las notas que estén escritas sobre la partitura se nombran a partir de esa. Es la clave que da la posibilidad de representar sonidos agudos, de manera que es la que usan los instrumentos con tesituras más altas. Sobre todo la usan los instrumentos de viento de madera, el saxo, el violín, algunos instrumentos de percusión, y la mano derecha del piano (a diferencia de la mano izquierda, que lee en clave de fa, y también en clave de sol). En la música vocal, tanto la voz soprano como la contralto, están escritas igualmente en esta clave si bien, en sus orígenes, esto no era así ya que cada una tenía una clave propia. La clave de sol es la más usada en la actualidad.

Clave de FA                                                                              

Cada uno puede hacer la clave de Fa como quiera, ya que no tiene un sitio determinado. La clave de fa se ha representado con dos símbolos distintos, aunque uno de ellos en la actualidad está en desuso. Ambos símbolos provenían de una versión estilizada de la letra F, que en la notación musical anglosajona simboliza a la nota fa. Esta clave sitúa a la nota fa3 (fa2 según la notación franco-belga y fa4 según la notación de Riemann) sobre el pentagrama, y tiene dos posiciones distintas sobre el mismo, o bien sobre la tercera línea, o bien sobre la cuarta línea. Su situación sobre una o sobre otra línea lo marcan dos pequeños puntos, uno encima del otro, que se colocan a la derecha de la clave y delimitando la línea a la que se refiere.

Clave de fa en cuarta

La clave de fa que se sitúa en la cuarta línea del pentagrama, se denomina clave de fa en cuarta y hace más tiempo se denominaba también clave de bajo, ya que para la música vocal la partitura de los bajos estaba escrita en esta clave. Es la clave en uso que permite escribir sobre el pentagrama sonidos más graves. En la actualidad, la usan sobre todo los bajos de la cuerda frotada, como el violonchelo y el contrabajo, y los instrumentos más graves de la familia del viento metal, como por ejemplo la tuba o el trombón. También usada en percusión (redoblante, timbales, platillos, bombo, caja, etc.). También se usa para la mano izquierda del piano, que da sonidos más graves que la mano derecha, que se escribe en clave de sol.

Clave de DO

El símbolo que representa a la clave de do, está formada por dos C al revés, una encima de la otra. Esto es porque en la notación anglosajona, la C representa a la nota do, y además se encarga de asignar a las líneas del pentagrama la nota do4(Do central). 
Clave de DO en 1ª. En este caso, es la primera línea la que alberga a la nota Do. Se utiliza para instrumentos graves.Una flecha hacia la derechaLa clave de Do en primera l?neaacute;nea
Clave de DO en 2ª. En la segunda línea del pentagrama se situará la nora Do.Una flecha hacia la derechaLa clave de Do en segunda l?neaacute;nea
Clave de DO en 3ª. Esta clave indica que es el Do la nota de la 3ª línea. Se usa con instrumentos como la viola.Una flecha hacia la derechaLa clave de Do en tercera l?neaacute;nea
Clave de DO en 4ª. En este caso, el Do está en la 4ª línea.Una flecha hacia la derechaLa clave de Do en cuarta l?neaacute;nea
Clave de do en tercera
La clave de do que se sitúa sobre la tercera línea del pentagrama, se denomina clave de do en tercera o clave de contralto, debido a que la música para contraltos se solía representar en esta clave. Se usa para la música para violas, a veces para trombones y para música vocal antigua.

 CLAVES VOCALES

Para las partituras de música vocal, normalmente se suelen representar en una misma partitura todas las voces, cada una en su pentagrama correspondiente, al igual que se hace en las particellas. Las voces que normalmente se representan en la música vocal polifónica son cuatro: soprano, contralto, tenor y bajo. Hasta hace un siglo, las claves que se usaban para cada voz eran distintas a las que se usan de manera general en la actualidad. La voz de soprano era representada en clave de do en primera, de ahí que se le denomine también clave de soprano. La voz de contralto, era representada en clave de do en tercera, de ahí que también se le llame clave de contralto. La voz de tenor, era representada en clave de do en cuarta, y por eso se le llama también clave de tenor. Y por último, la voz del bajo estaba escrita en clave de fa en cuarta. Por eso se le llama también clave de bajo.
En la actualidad, estas claves se han dejado de usar generalmente para la mayoría de estas voces, excepto para algunos fragmentos. Para las voces de soprano y contralto se usa la clave de sol, para tenor se suele usar la clave de sol, aunque como su tesitura es una octava más grave, se suele añadir un pequeño 8 en la parte inferior de la clave. El bajo mantiene su antigua representación en la clave de fa en cuarta.
En algunos casos, se puede representar estas partituras de música vocal en dos pentagramas en vez de en cuatro. En el pentagrama superior, en clave de sol, se representan las voces de soprano y contralto, y en el pentagrama inferior, en clave de fa en cuarta se representan las voces de tenor y de bajo.

Usos de las claves

A pesar de existir tantas posibilidades distintas de claves y posiciones en el pentagrama, solamente se usan normalmente siete de estas posibilidades. Los criterios para usar una clave u otra son principalmente dos, que la tesitura del instrumento que lo va a interpretar se adecue al rango de notas que impone la clave, y que sea lo más claro y simple posible, para facilitar la lectura de la partitura al músico.
No se usa la clave de sol colocada en la tercera, cuarta o quinta línea, porque estaría dando las mismas notas que la clave de do en primera, la clave de do en segunda y la clave de do en tercera respectivamente. Son totalmente equivalentes, en cuanto al nombre de las notas y en cuanto a la tesitura. No tiene mucho sentido usar distintas claves para nombrar exactamente lo mismo. Si además tenemos en cuenta que las claves de do en primera y segunda línea son muy poco utilizadas, es muy innecesario usar más claves.
No se usa la clave de fa en la primera o en la segunda línea, porque tienen equivalencia de nombre y tesitura con la clave de do en tercera y la clave de do en cuarta respectivamente, así que no es útil porque estas claves de do son bastante utilizadas.
De entre las claves de do posibles, la que no se usa es la que está colocada en la quinta línea del pentagrama. Esto es porque tiene equivalencia de nombre y tesitura con la clave de fa en tercera. Si esta clave ya se usa poco, es innecesario crear más elementos para la notación.


SILENCIOS

Los símbolos de silencios indican cuándo hay que dejar de tocar y durante cuánto tiempo. Por ejemplo, en un compás de 4/4, si hay que guardar silencio durante una parte, se emplea el símbolo del <<silencio de negra>> en esa parte. También existen símbolos para indicar silencios de más duración y de menos. Se pueden señalar compases en los que no se toca nada y se indican al intérprete los silencios de cualquier duración, desde una fracción de parte hasta varios compases. En la ejecución musical, los silencios son tan importantes como las notas tocadas, ya que aportan la defrinición que da la estructura rítmica y musical a los sonidos. Muchas veces se utilizan silencios para desplazar o << correr>> notas y silencios para desplazar o <<correr>> notas y crear efectos musicales en un ritmo dado.








1 comentario:

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